EL ACEITE
Las variedades de olivo más abundantes son: empeltre, el farga y el arbequina.
Los olivos de empeltre y farga son unos cultivos que siguen la huella inicial de los griegos, que la introdujeron en la zona. Por eso es fácil ver árboles que tienen muchos siglos de vida ,. Algunos están catalogados de monumentales por la Generalitat de Cataluña.
La variedad arbequina tiene menos años de trayectoria. Se cuenta que, el duque de Medinaceli, que vivía en su palacio de Arbeca en el siglo XVII, visitó Siria y Palestina. Allí quedó boquiabierto al ver unos árboles que ofrecen con racimos de olivas s como si fueran uvas. Y fue a partir de entonces que decidió esparcir la variedad por toda Cataluña, con la promesa de pagar a los agricultores un real de vellón por cada olivo plantado.

Todas las variedades de olivo plantadas en el término de La Fatarella ofrecen un fruto que refleja las características de un terreno más bien pobre, el cual se combina con las exigencias de un clima a veces riguroso. Por ello, las aceitunas concentran toda la bonanza que sale del árbol y de la tierra, un fruto que es el primer paso para conseguir un gran aceite.

A partir de unas aceitunas que se han producido en un medio que requiere mucho cuidado por parte del campesinado, se obtiene un aceite que transmite muy buenas sensaciones visuales y gustativas, dotado de una gran riqueza organoléptica.